lunes, 27 de junio de 2016

Palabras y significados: de los elementos simples a los más complejos (III): código y significado

Mignot expone que un código puede ser definido como un sistema de señas que establece correspondencias entre un universo del significante y universo del significado. Codificación y decodificación no son únicamente operaciones de traducción de un repertorio a otro, sino procesos de significación. El emisor codifica su mensaje asociándole una señal. La decodificación lograda por el receptor consiste en buscar el sentido que se le quiere transmitir. Las dos operaciones se logran gracias a las correspondencias establecidas por el código entre las divisiones del campo semántico (conjun un to de señales pertenecientes a un código) y las del campo noético (conjunto de señales admitidas por el código).

El conocimiento del código permite al receptor identificar el mensaje recibido con una clase de señales, con un significante, y atribuirle el significado correspondiente. El significado que se le otorga al lenguaje expresado a través de un símbolo puede variar de un individuo a otro, incluyendo al desarrollador de un texto -que podríamos catalogar como emisor- el cual tiene la responsabilidad de comunicar un mensaje que pretende acción por parte del receptor.

El significado de un signo lingüístico puede ser definido, en principio, como la información que, a través de él, se transmite en el acto de comunicación. Dicho acto de comunicación debería estar influenciado por la presencia de los elementos socioculturales inmersos en el emisor y receptor de la información, los cuales al momento de enviar o recibir un mensaje utilizarán como marco de referencia preceptos referenciales que han adquirido a través de su desarrollo para otorgar significados a conceptos gramaticales.

Cada palabra puede tener un posible significado para nosotros. La interpretación que le damos a un significado en un momento dado puede que afecte las verdaderas intenciones comunicativas de la estructura gramatical que es puesta ante nuestra consideración.

De acuerdo con Berlo no se debe olvidar que los significados se encuentran en la gente, ya que cada individuo tiene sus propias concepciones de la definición que se le puede otorgar a un término en un momento dado; no obstante, está indicado que podemos separar ciertas dimensiones del significado:
  1. Significado denotativo. Actualmente existe entre la gente; pero nosotros podemos abstraerla y generalizar sobre ella para todos los usuarios de un determinado lenguaje.
  2. Significado estructural. Está basado en una relación entre unos signos y otros. El dominio del significado estructural es la realidad formal, no la realidad física.
  3. Significado contextual. Otorgar significado a una palabra particular. Es un medio que ayudar a definir palabras nuevas al receptor, pero que la fuente siente que debe usar en la comunicación de un determinado tema.
  4. Significado connotativo. Es la relación entre un signo y un objeto, pero involucra a las personas más que otros tipos de significados. Es la relación entre un signo, un objeto y una persona.

(Adaptado de EL LENGUAJE: HERRAMIENTA DE RECONSTRUCCIÓN DEL PENSAMIENTO, Iván Ríos Hernández, Razón y Palabra, www.razonypalabra.org.mx)

El Modelo de la Hiper- y la Hipo-articulación



El objetivo de la comunicación es transmitir información del emisor al receptor mediante una onda sonora. La comunicación se da en un contexto que condiciona el modo de producción del habla.

Contexto que dificulta la inteligibilidad > estilo hiperarticulado.
Contexto que permite predecir el mensaje o énfasis en el contacto > estilo hipoarticulado.

Problemas en la definición de la invarianza a distintos niveles:

Articulatorio:
  • Objetivos espaciales que debe alcanzar el locutor para la producción de un determinado segmento.

 Acústico:
  • Propiedades espectrales de cada clase de consonantes.

 Auditivo:
  • Mantenimiento de elementos constantes como el timbre vocálico a pesar de cambios en el sexo, la edad o el esfuerzo vocal del hablante.

La invarianza debe definirse en función de la comprensión del mensaje por parte del oyente. La percepción del habla es el resultado de una combinación entre la información contextual y la información presente en la señal acústica. El comportamiento articulatorio se rige por la plasticidad –reorganización orientada hacia el oyente– y la economía –simplificación en beneficio del hablante–. El comportamiento auditivo se rige por la información presente en la señal acústica modulada por la información existente en el contexto.

La variabilidad fonética es el resultado de la adaptación al intercambio de información entre el hablante y el oyente. Para que el habla sea entendible, la suma de la información explícita en la onda sonora y la información contextual debe alcanzar un cierto umbral. Necesidad de un contraste suficiente entre las características de la señal para llegar a la discriminación de las unidades que permita la comprensión del mensaje.

Cuando la señal acústica es pobre (hipoarticulación) se requiere mucha información contextual. Cuando la información contextual es pobre se necesita una señal acústica clara (hiperarticulación).

Hipoarticulación

Caracterizada por la presencia de fenómenos como la reducción vocálica o las elisiones de segmentos.

Hiperarticulación

Tipo de pronunciación que se emplearía, por ejemplo, para repetir una palabra que una persona no ha entendido en una conversación telefónica con ruidos de fondo.




Fuente:

domingo, 26 de junio de 2016

Palabras y significados: de los elementos simples a los más complejos (II): Codificación y decodificación

El lenguaje es un sistema que implica tanto los elementos como las estructuras. Como todo sistema, podemos definir las unidades elementales y estructurales a distintos niveles, según el propósito. A todo nivel, empero, el lenguaje comprende un conjunto de símbolos (vocabulario) y los métodos significativos para combinar esas unidades (sintaxis). Una gramática es la descripción de las características de la estructura del lenguaje.

Para que esos símbolos significantes tengan sentido dentro de los postulados de Berlo es meritorio definir los términos codificación y decodificación.

Moreno define codificación como "trabajo a realizar por el comunicador. Consiste en convertir los conceptos o significados en un conjunto o serie de significantes agrupados de acuerdo a las reglas del código en cuestión. Todo proceso de codificación implica la elección y actualización de ciertas alternativas o posibilidades comunicativas establecidas y definidas ya por el código".

Decodificación se entiende como la "operación propia del perceptor, que es precisamente inversa al trabajo de comunicador, pues consiste en convertir los significantes en significados apoyados en el código".

Rodrigo ha sustituido el término decodificación por el de interpretación debido a la identificación de tres niveles dentro del proceso:
  1. acústico-fonemático-silábico
  2. gramático-semántico-estilístico
  3. axiológico.
De acuerdo con Rodrigo, la decodificación no sería una operación sino un conjunto de operaciones de identificación, de interpretación y de valoración. La identificación se producirá en el nivel acústico-estilístico y el asunto de la valoración, por su parte, se dará en el nivel axiológico.


(Adaptado de EL LENGUAJE: HERRAMIENTA DE RECONSTRUCCIÓN DEL PENSAMIENTO, Iván Ríos Hernández, Razón y Palabra, www.razonypalabra.org.mx)

Modelos Pasivos de la Percepción del Habla



Los modelos auditivos de percepción del habla postulan la existencia de mecanismos de detección de indicios acústicos, de rasgos acústico-fonéticos o de rasgos distintivos. Los rasgos distintivos son la propiedad acústica o articulatoria de los segmentos fónicos lingüísticamente relevante y que puede presentar dos o más posibles valores contrastivos. La percepción se lleva a cabo mediante procedimientos de comparación con representaciones almacenadas en la memoria.

Modelos auditivos

El oyente es sensible únicamente a las estructuras acústicas distintivas. Los estímulos se comparan con representaciones internalizadas de cada una de las categorías fonéticas o se analizan para encontrar su estructura acústica. Fundamentados en la existencia de un mecanismo de detección de indicios acústicos o de rasgos fonéticos. Basados en la comparación entre la señal sonora y un conjunto de plantillas o patrones acústicos previamente almacenados.

El análisis auditivo extrae estructuras subfonémicas de tipo auditivo relacionadas con los rasgos distintivos. A partir de la extracción de parámetros acústicos se lleva a cabo la detección de segmentos fonéticos, con los que se construyen las unidades mayores hasta llegar a la decodificación completa del mensaje.

Modelos de detección de rasgos

Los modelos auditivos llevan al desarrollo de modelos de extracción directa de rasgos fonéticos o modelos de detección de rasgos.

Modelos de procesado distribuido en paralelo

Son los modelos de extracción de rasgos basados en redes neuronales. Una red está formada por unidades de procesamiento interconectadas. Las unidades se activan según la información que reciben de las unidades del nivel inferior a las que están conectadas y envían información a otras unidades del nivel superior a las que también están conectadas. Cada unidad tiene su umbral de excitación y de inhibición. El grado de excitación depende de la fuerza del estímulo.

El reconocimiento es el resultado de la combinación de la acción en paralelo de todas las unidades de la red.

La teoría cuántica

Establece las relaciones entre las propiedades articulatorias, acústicas y auditivas. En ciertos casos la configuración articulatoria puede modificarse sin variaciones importantes en el resultado acústico. En ciertos casos, un pequeño cambio en la configuración articulatoria produce cambios importantes en la configuración acústica. El mismo fenómeno sucede entre las características acústicas y la respuesta auditiva.

Si el valor de un parámetro acústico supera el nivel umbral, se produce un cambio en el nivel de la respuesta auditiva. La relación entre características acústicas y auditivas no es continua, sino cuántica.
 
Ocurre una discontinuidad entre las características acústicas y la respuesta auditiva. Entre 800 Hz y 3000 Hz las fibras del nervio auditivo responden a la frecuencia a la que se encuentran los picos de los formantes vocálicos más que a la frecuencia característica de la parte correspondiente de la membrana basilar* en la que se encuentran. Por encima de 3000 Hz y con espectros de ruido, las fibras del nervio auditivo responden según la frecuencia característica de la parte correspondiente de la membrana basilar en la que se encuentran.
 
La diferencia entre los dos tipos de respuesta viene dada por la amplitud de la banda de los filtros (bandas críticas**) del sistema auditivo:
  • Entre 800 Hz y 3000 Hz la amplitud de banda de los formantes es menor que la del filtro auditivo.
  • En un espectro de ruido con frecuencia superior a 3000 Hz las amplitudes se aproximan.
De este modo se crea una discontinuidad en las respuestas del sistema auditivo a diferentes estímulos acústicos.




*Membrana basilar: es una membrana situada en el interior de la cóclea. Es la responsable de la respuesta en frecuencia del oído humano.
**Bandas críticas: distancia (amplitud de banda) que separa dos tonos en el interior de la cual se produce el enmascaramiento; cuando se pasa de una banda crítica a otra, se produce un cambio en la respuesta auditiva, por lo que las bandas críticas se relacionan con la resolución frecuencial del sistema auditivo.




Fuentes: